Las primas de la Sra. Justicia

Cuentan que una vez la Sra. Justicia se fue de vacaciones, y que dejó a sus primas "Honestidad", "Transparencia" y "Verdad" encargadas de administrar su Palacio. Pasaron dos semanas de la ausencia de Justicia, quien llevaba años sin descansar y trasnocharse procurando que su palacio estuviera bien administrado, pulcro, limpio e impecable para atender a sus invitados que llegaban por cientos diariamente. A la tercera semana, Honestidad invita a Transparencia al bar, era viernes y estaban muy cansadas de una ajetreada semana de labores en el Palacio de Justicia. Era nuevo ese lugar al que iban a ir para relajarse bajo los efectos de unos 'tragos', y no contaban con que altos dignatarios y administradores de otros Palacios también estarían allí, así que la noche les resultó muy divertida, al ver que estaban en familia y podían enterarse de las actuaciones de sus homogéneos, les pagaban las 'rondas', y de vez en cuando alguna se perdía tras una oscura puerta que dividía las dos plantas del bar

Mientras Honestidad y Transparencia dormían todo el sábado, Verdad llamó a Justicia y le comentó lo que las dos primeras habías hecho en la noche del viernes; lo que no sabían es que ya Justicia estaba enterada de las andanzas de dos de sus primas, y que ese mismo día regresaría a su Palacio a implantar el orden que se merecía. A su llegada al Palacio se reunió con Honestidad y Transparencia, las reprendió, y les dijo que mientras vivieran y trabajaran en su Palacio, tenían que actuar de manera prístina, impecable y de manera respetuosa, dando el ejemplo de buenos valores que eran para la sociedad y para los visitantes que llegaban a buscar a Justicia todos los días.

Justicia se retiró, y llamó al Presidente de su país para comentarle lo sucedido. Asombrado el presidente, y acompañado por la "Duda" por lo que hicieron Honestidad y Transparencia, le informó a Justicia que procediera con el castigo que más le parecía apropiado, a lo que ella le contestó diciendo: "Sr. Presidente, no puedo aplicarles castigo alguno por el momento a dos de mis primas, si usted nos nombró aquí... por favor, dígame usted qué tengo que hacer con Honestidad y Transparencia, si Verdad es la única que trabaja cómo debe ser..."

Acongojado y aflijido el presidente por la respuesta de Justicia, no tuvo otra opción que decirle a Justicia que si tenía a Verdad entonces le consultara a ella qué hacer, y que se olvidara por completo de que había sido él quién les había encargado administrar ese majestuoso y codiciado Palacio. Por primera vez Justicia sentía que tenía poder absoluto en su Palacio, y que no habría próxima vez en que Honestidad y Transparencia hicieran cosas como las que hicieron mientras ella estaba de vacaciones. Verdad se convirtió en su mano derecha, mientras que a Honestidad y Transparencia las envió como portera y conserje de su Palacio, todo el que entraba en él se sometía a la revisión de estas dos, su tarea además de esa era vigilar todos los días del año que en su salones sus súbditos trabajaran bajo las órdenes de la Justicia.
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Nota: Cualquier parecido a la realidad es pura coincidencia.
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Saludos.

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