Las excusas de la humanidad

Hace unos días fui con “K” a la premier de una película del famoso Stephen King, titulada “The Mist” (La Niebla), y en una de las escenas de la película en la que los protagonistas se consumían en el miedo, en el tema de que algo sobrenatural escondido en la niebla que invadía su pueblo los desapareciera por completo de la faz de la tierra, se suscitó una discusión sobre política, religión y humanidad.

Entre ellos mismos se decían que tanto la política como la religión eran las excusas más grandes de la humanidad para crearse sus propios conflictos y destruirse entre todos. En ese momento le dije a “K”: “este es el verdadero mensaje de esta película”. Solamente durante aquellos momentos en que el hombre está inundado de miedo es cuando reacciona sobre todo lo malo y todo lo bueno que ha hecho o ha dejado de hacer.

Panamá, uno de los países más mágicos que puede haber (donde las cosas suceden casi por arte de magia, principalmente en política), las campañas proselitistas se han convertido en nuestro desayuno, almuerzo y cena, y no hay momento en que no se hable de este controversial asunto. Y si se dan cuenta, es lo que más problemas han traído últimamente en nuestra sociedad. Hace unos días, un amigo me comentaba que una pareja habían tenido una fuerte discusión debido a temas políticos, y que otra le había tirado el desayuno encima porque no apoyaba al candidato de su otra mitad… pueden creer hasta dónde hemos llegado? De qué vale vivir en un país supuestamente democrático, si no se respetan las opiniones de los demás y a lo único que llegamos es a finales como el de estas dos parejas, así sean asuntos serios o de bromas, y mientras tanto los que se dicen ser políticos (socialistas/capitalistas) se reparten entre ellos lo poco que queda de nuestro país a precios verdaderamente mágicos.

En la misma película de Stephen King, sobresalía un personaje sumamente religioso, que trataba convertirse en la líder de todo el grupo de desesperadas personas, introduciéndoles en sus mentes temerosas las ideas de que todo lo que sucedía era producto de algo que ya estaba escrito. Constantemente discutía contra los pensamientos más razonables y científicos del grupo hasta llegar a amenazarlos de muerte, culpándolos de ser el motivo de que la raza humana llegara a desaparecer. Fue tanta revolución que causó este personaje (mujer), que basándose en sus fundamentos religiosos llegó a matar a más de cuatro en un solo instante. Sin embargo, la muerte le respondió por igual a ella, y su grupo nada pudo hacer… ¿Quién venció: la ley del más fuerte, o los que decían que tenían una razón científica para salir de allí?

Estas son las cosas de las que se aprovechan los que tienen los dos poderes más grandes del mundo en sus manos. Con el respeto que se merecen las personas que ocupan cualquiera de estas dos posiciones, no he querido llegar al punto de menospreciar o desacreditar lo que hacen, siempre y cuando sea algo en beneficio considerable y notable para la humanidad. Pero cuando las cosas llegan a límites intolerables e inaceptables, dando como resultado la muerte de personas (tanto en la película como en la vida real), lo único que puedo hacer es criticarlo, denunciarlo y alzar mi voz de protesta ante tan nefastos y desagradables acontecimientos. Es triste ver cómo estas personas utilizan el miedo, el temor y la debilidad de la mente humana para controlarlos y alcanzar sus propios intereses y objetivos, que no siempre son los mejores. Quizás una niebla los está cegando.

Todo lo que el miedo puede causar, todas las cosas que pueden cambiar. Sin embargo, hay quienes desde una pequeña ventana nos observan día a día, y nos recuerdan el mundo que estamos dejando para ellos.

¿Será que ahora no solo la religión, sino también la política se han convertido en el opio más deseado y codiciado del pueblo? ¿Son estas las excusas que está usando la humanidad para decir que estamos en desarrollo? ¿Estamos avanzando o simplemente nos estancamos?

Foto cortesía de Google

Comentarios

Entradas populares de este blog

La homofobia de Vasco Núñez de Balboa

El Diablico

Las conductas discriminatorias (1)